viernes, 30 de septiembre de 2011

Investigaciones absurdas. Top 5

En la revista Muy Interesante he leído este artículo a ver que os parece:
El Premio de Medicina fue a parar a manos de un equipo de científicos procedentes de Holanda, Bélgica, Estados Unidos y Australia por un trabajo sobre cómo la toma de decisiones mejora con la vejiga llena. Karl Halvor Teigen, de la Universidad de Oslo (Noruega), obtuvo un IgNobel por intentar entender por qué, en su vida cotidiana, la gente suspira. Las investigadoras Anna Wilkinson y Natalie Sebanz se fueron a casa con otro premio por un estudio que no halló evidencias de que los bostezos sean contagiosos entre las tortugas de pies rojos.

El de Matemáticas recayó en un nutrido grupo de videntes cuyas predicciones sobre el fin del mundo no se han cumplido. Daryll Gwynne y David Rentz recibieron el Ig Nobel de Biología por descubrir que ciertos tipos de escarabajos tratan de aparearse con ciertos tipos de botellas de cerveza australiana. Y el de Física se lo llevó un estudio de científicos franceses y holandeses para tratar de determinar por qué los lanzadores de disco se marean y los de martillo no.

Otro de los divertidos galardones fue concedido a Makoto Imai, Naoki Urushihata, Hideki Tanemura, Yukinobu Tajima, Hideaki Goto, Koichiro Mizoguchi y Junichi Murakami de Japón por determinar la densidad ideal de un rábano picante, el wasabi, transportado por el aire para despertar a las personas que están durmiendo y por aplicar este conocimiento para inventar una alarma de incendio con wasabi.

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