viernes, 1 de enero de 2010

Mejores momentos de la ciencia en 2009

Éste ha sido sin duda el año de la 'resurrección' de la terapia génica, una técnica revolucionaria que prometía mucho hace una década pero que se había prácticamente abandonado, debido sobre todo a graves complicaciones en las pruebas clínicas que se habían hecho. Hemos empezado a ver los primeros resultados claramente positivos en pacientes, quizás el preludio de una nueva serie de tratamientos para diversas enfermedades basadas en insertar genes en las células que no funcionan correctamente. En los próximos años sabremos si los buenos deseos se convierten en realidad.

También ha habido un avance importante en las técnicas de secuenciación de ADN, lo que ha permitido que leer un genoma entero sea una cosa de días y unos cuantos miles de dólares, en lugar de décadas y millones, que es lo que se invirtió en el Proyecto Genoma Humano.

Esto nos permitirá en un futuro inmediato saber por un precio módico qué información se esconde en los genes de cada uno de nosotros. Las aplicaciones reales tardarán un poco más, pero se espera que esto nos permita algún día diseñar los medicamentos más adecuados para cada persona, con menos efectos secundarios y más eficacia.

En el 2009 vimos que se aprobaban nuevos fármacos prometedores contra el cáncer (llamados inhibidores del PARP), mientras se encontró que otros que se usaban hace tiempo, como Avastin, podían tener ciertos efectos secundarios nocivos. Se preparaban también las primeras pruebas clínicas de una terapia con células madre embrionarias (de la compañía Geron), aunque se cancelaron poco después debido a algunas complicaciones inesperadas. Y vimos cómo se anunciaban los magníficos resultados de una vacuna contra el sida probada en Tailandia para que unas semanas después los expertos reconocieran que las cifras no eran tan buenas como se había dicho en un principio y que la protección que ofrecía la vacuna era relativamente baja. Si añadimos los últimos fracasos de las cremas vaginales que en teoría tenían que frenar la infección por el HIV, el 2009 no ha resultado demasiado bueno para la investigación en el campo del sida.

Éste ha sido también el año del A/H1N1, el virus de la gripe pandémica que nos ha tenido en vilo desde la primavera pasada. La novedad más destacada ha sido la coordinación de científicos de todo el mundo para aislar y estudiar el virus rápidamente, lo que ha permitido obtener métodos diagnósticos eficaces y entender cómo funciona el virus en muy poco tiempo.

También hemos visto cómo podemos incrementar espectacularmente la producción de vacunas y antivirales gracias a la inversión de las farmacéuticas, aunque seguimos sin poder cubrir toda la población del planeta y el tiempo de producción es demasiado largo para frenar la primera oleada de contagios. Esto ha resultado ser poco relevante en esta pandemia, por suerte, ya que sus efectos han sido bastante leves, pero nos permite identificar puntos a mejorar de cara a una posible pandemia causada por un virus más agresivo. Los fallos de preparación y organización vistos durante esta pandemia permitirán también estar mejor preparados para la próxima.

Hasta aquí la primera parte. Seguiremos el resumen del 2009 en la próxima entrada. Acabo deseando a todos unas felices fiestas y un 2010 cargado de buena salud. Hasta el año que viene.

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